domingo, 3 de julio de 2011

Don César Vidal en el estanque de los patos.



Don César Vidal en el estanque de los patos.



En los años 30 los comunistas alemanes le propusieron a Heinrich Mann ser presidente de un gobierno alemán en el exilio y con ese motivo nuestro hombre se reunión con Walter Ulbrich, que luego sería presidente del Consejo de Gobierno de la RDA. El escritor hermano mayor del gran novelista Tomas Mann no pudo pasar de ese primer encuentro porque le resultó imposible entenderse con su interlocutor. Cuando le preguntaron la causa de ese desencuentro contestó: "No es posible entenderse con alguien cuando para empezar esa persona te quiere convencer de que la mesa que tienes delante es en realidad un estanque de patos. " Es muy cierto, incluso para poder simplemente intentar un entendimiento, iniciar un debate, incluso para poder determinar los términos de una diferencia son imprescindibles unos conceptos mínimos que se puedan compartir, y naturalmente una mínima buena fe intelectual.



César Vidal se ha atrevido a contestar al ínclito Pio Moa para negar la sorprendente afirmación de este de que los liberales españoles deben asumir el franquismo y el régimen del General Franco como parte de su tradición intelectual y política. Sólo un excomunista como Pio Moa ducho en la famosa Dialéctica marxista-leninista sería capaz de intentar sin rubor la violenta contractura del sentido de las palabras que supone asociar de alguna manera al General Franco con el liberalismo.



Lo que atrae mi atención del caso es que Don César Vidal se lamenta -ahora- de las amenazas, insultos y descalificaciones que los fans de Pio Moa le estan dedicando. Lo decía en un artículo publicado en el medio en que escriben ambos -Moa y Vidal- , y titulado Moa, me decepciona. Parece ser que la hinchada "liberal" de Pio Moa  le reprocha a Vidal, ser protestante, y anglófilo, como si esas circunstancias fueran descalificadoras y le hicieran acreedor de crimen de lesa patria, razón por la cual no tardarán seguramente en acusarle de judaízante y "masón" y quien sabe si también de ser amigo de los etarras -como lo son el Gobierno, el PSOE, el TC y el sursum cordam- todo en un típico derroche de bravura "liberal" y testiculitis hispana. De nada le servirá el hecho de haber escrito algunos imfames panfletos contra la masonería; para la derecha extrema nunca se es lo suficientemente anti. Y nunca es perdonable la anglofilia: ya se sabe lo de la pérfida Albión, y es absolutamente injustificable renegar de la única religión verdadera, esencia de la identidad hispana desde el Concilio de Toledo.

Es lo que tiene ponerse a discutir con quien quiere convencerte de que no estas sentado en una silla sino nadando en un estanque de patos. Es lo que conlleva haber hecho demagogia de derechas -como ha hecho Vidal- incitado al integrismo-nacional no ya criticando a sus adversarios, sino desacreditanto las instituciones democráticas que son de todos, haber ejercido con desparpajo la trapacería argumental y la mala fe, haber querido y querer tener demasiada razón, haber atizado el "fondo del puchero" de la derecha extrema: al final uno, a poco que tenga una mínima decencia intelectual -y quiero pensar que Vidal la tiene- se ve enfrentado a los que no quieren discutir sino repartir aceite de ricino -real o simbólico- que es lo que saben hacer personajes como Pío Moa y sus "pegamoides" al estilo de los "liberales" falangistas de los años 30.

Es muy peligroso, Don César, ejercer el "matonismo" intelectual, llega un momento en que hay otro más "matón" que tú, que te da de tu propia medicina.